PSOE y la OTAN

Nos adentramos en la política militar internacional que representa la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), creada en 1949 en el entorno de la Guerra Fría para hacer frente a la maquinaria de guerra soviética, y a la expansión del comunismo. Esta alianza militar se comprometía a la defensa mutua ante cualquier agresión armada contra cualquiera de sus miembros. El Gobierno de la UCD dirigido por Leopoldo Calvo Sotelo que llegó al cargo tras la dimisión de Adolfo Suárez, firmó la adhesión el 10 de diciembre de 1981, y el PSOE en aquella época defendía que “España debía colaborar con el equilibrio internacional no ingresando en la OTAN”

De hecho en el XXVII Congreso del PSOE celebrado en diciembre de 1976 se aprueba en su programa la siguientes lineas de trabajo "La liquidación de todas las bases extranjeras en nuestro suelo" [...] "No cabe aceptar ningún tratado de alianza o relación militar que no cuente con la aprobación expresa del pueblo español" y se abogaba por "una política de neutralidad activa".

Tan sólo un mes antes de las elecciones generales de octubre de 1982, Felipe González declaró a Interviú: "Yo creo que nosotros tendríamos que plantearnos seriamente el tema de la OTAN, sobre todo porque para España no hay ningún interés defensivo real e inmediato en la integración en el Pacto Atlántico, y lo veo desde el punto estrictamente nacional."

Era impensable que el PSOE ganaría las elecciones generales de España celebradas el 28 de Octubre de 1982 por mayoría absoluta, quizá por eso en la campaña electoral mantenían que de entrada No a la OTAN, puesto que posteriormente se podría vender la entrada, como que se perdía la votación en el Congreso, pero se encontraron que tenían una holgada mayoría absoluta. Por lo tanto tenían que darle la vuelta a todo, y Felipe González en el congreso de su partido celebrado en diciembre de 1984, consiguió el apoyo del PSOE para entrar en la OTAN, y apoyó esta nueva política con declaraciones en las que afirmó públicamente "su consideración y solidaridad" con la estrategia militar de Reagan, y Margaret Thatcher, y la intención de instalar dentro del panorama bélico europeo 572 misiles Pershing y Cruise. Debido a este cambio de rumbo muchos miembros dimitieron por encontrar esto inasumible para un partido socialista, como por ejemplo fue el caso del Ministro de Asuntos Exteriores Fernando Morán.

Felipe González sabía que necesitaría de apoyos para este cambio de rumbo hacia ya no la derecha, sino para la entrega de la soberanía del estado y de su espacio aéreo, a la OTAN, para ello, convocó en numerosas ocasiones a intelectuales, y a personas de la cultura, buscando respaldo para que apoyasen con algún gesto público este cambio en la política militar. Contaba Fernando Fernán Gómez que en fechas previas a la celebración del referéndum, fue invitado a La Bodeguilla de La Moncloa, junto con otras personas de la cultura, y en determinado momento les dijo: "He cambiado de opinión porque, cuando llegué a la Moncloa, Suárez me enseñó la «caja de los truenos» y había muchos misiles soviéticos apuntando a España" Inmediatamente pronunciadas estas palabras, Manuel Gutiérrez Aragón le llamó cínico.

El 12 de marzo de 1986 se realiza el referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN, con la novedad que Felipe González y su gobierno anunciaron que iban a defender que España siguiera en la OTAN, traicionando todo lo dicho, y todas las manifestaciones que ayudaron a organizar contra esta institución militar.

La pregunta fue: ¿Considera conveniente para España permanecer en la Alianza Atlántica en los términos acordados por el Gobierno de la Nación? y esos términos que se mencionan eran:


1.º La participación de España en la Alianza Atlántica no incluirá su incorporación a la estructura militar integrada.

2.º Se mantendrá la prohibición de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en territorio español.

3.º Se procederá a la reducción progresiva de la presencia militar de los Estados Unidos de América en España.

Para bien o para mal, la participación tan sólo fue del 59,4% de la población con derecho a voto: a favor el 52,5 % de los sufragios, en contra, el 39,85 %, en blanco el 6,54 % y nulos el 1,11 %. Por lo tanto, la ciudadanía apoyaba la permanencia en la OTAN con las limitaciones que el gobierno había marcado.

No obstante, este escaso triunfo del PSOE a favor de la pertenencia a la OTAN, se vio oscurecido en cierta medida, por numerosos indicios de pucherazo, que los medios de comunicación tanto comerciales como públicos, acallaron, pero lo cierto es que las encuestas realizadas en todo el proceso, señalaban que claramente el pueblo español iba a votar que no. Pablo Castellano, veterano militante socialista que hizo campaña contra la OTAN dijo en cierto momento: "González echaba un pulso a la ciudadanía tras haber ganado todos los pulsos a su partido y salía otra vez vencedor y exultante de las urnas. Sin embargo, a partir de ese momento sería rehén de las políticas más derechistas que le exigían los que, ayudándole descaradamente a ganar el referéndum, le permitían gobernar en el estricto marco de actuación pactado para la ordenada alternancia de los partidos del sistema, no para abrir la puerta a imprevisibles sorpresas de un auténtico e incondicionado sistema de partidos. El Pentágono tomó nota de quiénes eran de verdad sus amigos. A buenas horas se le iba a escapar a la privilegiada mente conocedora de todos los entresijos del 23-F, del GAL y de Filesa un referéndum asíPablo Castellano, fue expulsado del PSOE el 20 de octubre de 1987 trasgrediendo los estatutos del partido, puesto que no se hizo el necesario expediente de expulsión, por haber denunciado al entonces Secretario de Organización del PSOE, Txiki Benegas, de mantener negocios inmobiliarios irregulares con Abel Matutes, miembro destacado de Alianza Popular, y de afirmar que “Algunos dirigentes del PSOE están haciendo fortunas

El PSOE cambió su postura contra la OTAN cuando llegó al poder, tal y como ha hecho con diversos temas, demostrando que el Partido Socialista Obrero Español, sólo era socialista, obrero y español, cuando estaba en la oposición. También José Luis Rodríguez Zapatero amplió la participación en la OTAN, incorporando a finales de 2011 a España, en su sistema antimisiles, y dio más espacio y presencia al gobierno de los Estados Unidos de América en Rota en al menos 1.200 militares más, incumpliendo por completo uno de los puntos del referéndum, que imponía la reducción progresiva de la presencia militar de los Estados Unidos de América en España.

El propio Felipe González firmó un Convenio de Cooperación con el Reino Unido, que sabemos que tiene armas nucleares, en el que se puede leer "ambos Gobiernos otorgarán las autorizaciones reguladas en el presente Anexo sin solicitar información sobre el tipo de armas a bordo de los buques". Las sospechas se elevan aún más si se tiene en cuenta el accidente de Palomares, que ocurrió a las 10.22 de la mañana del 17 de enero de 1966, cuando un B-52 que transportaba cuatro bombas nucleares Mark 28 (modelo B28RI) de 1,5 megatones cada una, de 1,5 metros de largo por 0,5 metros de ancho, con un peso de 800 kg. Este avión chocó con un avión nodriza durante la operación de repostaje, y las 4 bombas cayeron sobre territorio español. ¿Qué hacía ese avión con esas bombas sobrevolando territorio español? ¿Cabe suponer que la base militar de Rota es un almacén de bombas nucleares?

Además hay que añadir la incorporación a la estructura militar integrada de la OTAN, y debemos recordar que miembros destacados de este partido político han sido de palabra muy socialista, y cuando han tenido ocasión de demostrar si eran lo que dijeron, han demostrado siempre que eran lo que ocultaban. De entre tantos que faltaron a su palabra, tenemos a por ejemplo Francisco Javier Solana de Madariaga, ministro del PSOE en distintos ministerios desde 1982 hasta el 1995, y que posteriormente fue Secretario General de la OTAN desde 1995 hasta 1999 y Comandante en Jefe de la EUFOR (Estado Mayor de la Unión Europea) desde 1999 hasta 2009, una persona que en tiempos gritó con entusiasmo ¡OTAN no, bases fuera!, que fue uno de los dirigentes del PSOE que más participó en actos públicos en contra de la integración de España en la OTAN, y que dijo frases como “Se me abren las carnes solo pensar que entremos en la OTAN” Nada que ver con lo que hizo tiempo después.


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