En 2010 el gobierno del PSOE propuso una amnistía fiscal para defraudadores y subió el IVA, al mismo tiempo que aprobó una ley de recortes que atravesaba las líneas rojas, que en repetidas ocasiones diversos miembros del partido socialista, habían prometido no traspasar nunca: Recortar gasto en asuntos sociales. Esta ley desarrollaba medidas de recorte presupuestario entre las que se incluyó: Reducir el sueldo de los funcionarios un 5% de media, suspender en 2011 la revalorización de las pensiones, eliminar la prestación por nacimiento, revisar el precio de los medicamentos, reducir 6.045 millones de inversión pública estatal para 2010 y 2011, además de reducir también 600 millones de Ayuda Oficial al Desarrollo. José Luis Rodríguez Zapatero defendió estos recortes diciendo que "Las circunstancias nos han obligado a tomar estas medidas" a lo que le respondió Joan Herrera de ICV "Pagan los más débiles. Los mercados han terminado por imponer una reforma y un recorte" [...] "¿por qué no recupera el impuesto de patrimonio?", Josu Erkoreka del PNV le dijo que sus medidas "Se comen de un bocado miles de frases y promesas", y Joan Ridao i Martín de ERC añadió "Usted es débil con los fuertes y fuerte con los débiles"
José Luis Rodríguez Zapatero, poco antes de concluir su último mandato como presidente, en 2011 promovió una reforma constitucional exprés sin referéndum de la ciudadanía, por la cual obliga al estado a pagar a los bancos los prestamos, por delante de cualquier gasto social, algo que es poco socialista, puesto que antepone el beneficio de los bancos, a las necesidades de la población, además de realizar un cambió en un texto normativo del máximo rango legal, que es tan importante que sólo la ciudadanía tiene la legitimidad para cambiarlo. Por contra, en Francia Nicolás Paul Stéphane Sarközy no lo hizo, y tenía el mismo interés y necesidad por hacerlo. Cabe destacar que este presidente de Francia pertenece a un partido de derechas, que no tuvo el valor de hacer algo de este calado, que sin embargo, el presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, por el Partido Socialista Obrero Español, lo hizo con entusiasmo, sin consultar a la población, sin permitir debate, y todo lo veloz que pudo, con el único propósito de salvaguardar los intereses de la gran banca internacional.
Ninguno de los dos presidentes de gobiernos socialistas, en los más de 22 años de gobierno, pusieron ningún impedimento a los paraísos fiscales, que son responsables de la evasión de impuestos, y necesarios para la ingeniería económica que elude impuestos, compartiendo guarida bancaria con narcotraficantes, y terroristas.
En Febrero de 2013 Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general del PSOE, propone cambiar el nombre de su partido quitando las palabras Obrero y Español, por lo que las mismas siglas pasarían a significar Partido de los Socialistas Europeos (PSoE).
El 9 de Julio de 2015 los europarlamentarios del PSOE votaron en bloque junto a los conservadores y liberales en la Eurocámara, para respaldar que la Comisión Europea, negociara la alianza comercial conocida como TTIP en nombre de los 28 estados, un tratado que entrega la soberanía de los estado al control del gran capital de EEUU. Por contra, numerosos socialistas belgas, franceses y austriacos votaron NO.
El 15 febrero de 2017 el PSOE volvió a demostrar su lealtad al gran capital internacional, al apoyar con todos los votos menos el de una eurodiputada en el Parlamento Europeo, el CETA, junto con los grupos europarlamentario de derechas y liberales. El 18 de Mayo de 2017, el grupo parlamentario del PSOE en el Congreso de los Diputados se abstuvo en la votación para aprobar el tratado Europa-Canadá, favoreciendo de este modo su aprobación, e impidiendo que el Tribunal Constitucional analizara el texto y se pronunciara ante su posible inconstitucionalidad. Otra entrega de la soberanía del estado, en esta ocasión para beneficio de los intereses de la gran capital Canadiense.
Arsenio Mayo - Ernesto Sarabia |